Antecedentes del programa Japan-Chile Partnership Programme (JCPP 2030)
Los gobiernos de Chile y Japón, a través de sus Agencias de Cooperación Internacional AGCID y JICA respectivamente, acordaron llevar a cabo el Japan-Chile Partnership Programme (JCPP 2030), que fijó una estrategia de cooperación triangular en beneficio de terceros países, principalmente de América Latina y el Caribe.
El Programa tiene el propósito de extender la asistencia técnica mutua a países en desarrollo para su crecimiento económico y social, combinando efectivamente los recursos humanos, tecnológicos y financieros japoneses y chilenos. Para ello desarrollará programas de capacitación dirigidos a terceros países, principalmente en las temáticas de reducción del riesgo de desastres naturales, medioambiente, cambio climático y la inclusión socioeconómica.
Los programas de capacitación y formación serán ejecutados por instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil que han desarrollado experticias en la materia correspondiente.
En el marco del JCPP 2030 se realizará el Programa de capacitación en “Rehabilitación integrada de suelos y cuencas hidrográficas degradadas con énfasis en reducción de riesgo de desastres y recuperación de la resiliencia climática”, en un ciclo de tres cursos internacionales implementados por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en modalidad Online en el período 2022 – 2024.
La realización del curso, constituye un aporte a la adaptación y mitigación del cambio climático a las políticas, planes, programas y proyectos de los 17 países de Latinoamérica y el Caribe y los países que componen el CARICOM, alineándose con la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
Antecedentes y Contexto internacional del curso “Rehabilitación integrada de suelos y cuencas hidrográficas degradadas con énfasis en reducción de riesgo de desastres y recuperación de la resiliencia climática”
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró a los años 2021 a 2030 como la década de las Naciones Unidas para la restauración de los ecosistemas. Tiene por objeto “incrementar a gran escala la restauración de los ecosistemas degradados y destruidos, como medida de probada eficacia para luchar contra el cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria, la recuperación de suelos degradados, del suministro hídrico, la protección de la biodiversidad y de los bosques” (ONU, 2019).
La restauración integral se define como un proceso de invertir la degradación de los ecosistemas como bosques, suelos, aguas, paisajes, flora y fauna, para recuperar su funcionalidad ecológica, y para mejorar la productividad y la capacidad de los ecosistemas para satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto. Este tipo de restauración, resulta fundamental para contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), relativos al cambio climático, la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, la protección de suelos y recursos hídricos y la conservación de la biodiversidad y la generación de sociedades resilientes, los cuales juegan un rol crucial en la ecología de nuestro planeta, y contribuyen significativamente a la riqueza, bienestar y generación de servicios ecosistémicos de la sociedad.
El curso internacional contribuye al logro de al menos 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: a almacenar y suministrar más agua limpia (ODS 3 “Salud y bienestar” y ODS 6 “Agua limpia y saneamiento”), al mejoramiento de la vida de ecosistemas terrestres y biodiversidad (ODS 15) y a aumentar la resiliencia de los ecosistemas ante un clima cambiante (ODS 13 “Acción por el clima”).
El cambio climático global se manifiesta en eventos climáticos extremos (inundaciones, olas de calor, y distintos eventos que aquejan al planeta), lo que afecta suelos, ecosistemas, cuencas hidrográficas, entre otros. Este impacto se ve potenciado, a su vez, por la deforestación antrópica de las cuencas hidrográficas, lo que altera los ecosistemas, modificando el ciclo hidrológico de éstas, generándose una alteración en la regulación que ejerce la vegetación sobre procesos de erosión y degradación de los suelos, se producen procesos de erosión y degradación de los suelos, procesos de sedimentación y turbidez de las aguas, lo que finalmente, desencadena en condiciones que son favorables para el desarrollo de desastres naturales tales como sequías, inundaciones, deslizamientos de tierra, entre otros.
La restauración hidrológica forestal y ambiental de una cuenca hidrográfica, paisaje, ecosistemas o suelos, integra biotecnias de restauración de la vegetación en la cuenca de recepción, hidrotecnias en los cauces de régimen torrencial, e hidrotecnias de obras de conservación de suelos y aguas a nivel de cuencas hidrográficas en conjunto con actuaciones y medidas no estructurales.
En el marco de la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, realizada en Sendai, Japón (2015), los Estados miembros de las Naciones Unidas, adoptan el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) 2015-2030. El citado marco representa el principal instrumento guía para la gestión del riesgo de desastres (GRD) en los países, y contiene un sentido renovado de reducción del riesgo de desastre al propender al fortalecimiento de la resiliencia ante los desastres, en el contexto del desarrollo sustentable y la erradicación de la pobreza.